martes, 27 de diciembre de 2011

HASTA SIEMPRE, CESARIA

Este diciembre nos dejaba Cesaria Evora, una de las voces más bellas y emocionantes de este planeta en el que nos ha tocado vivir. Bella tristeza, emociones y sentimientos que nos evoca esta voz moldeada en las tabernas donde cantaba a cambio de un plato de comida o un vaso de aguardiente. Voz de la tierra que tuvimos la suerte de compartir, de sentir con toda nuestra alma. Decía Machado en aquellos conocidos versos que el día del último viaje lo encontraría ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar. Tú, Cesaria, como isleña, eras también hija de la mar, y como tal, seguro que te marchastes descalza, como te gustaba cantar.


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martes, 20 de diciembre de 2011

UNA VUELTA POR LOS “DOSMILES” MERIDIONALES DE SIERRA DE GÁDOR 3/DICIEMBRE/2011

Con el primer, aunque breve y leve, que todo hay que decirlo, latigazo de este invierno entrante decidimos acercarnos a la vecina Sierra de Gádor. Como, además, no disponíamos de mucho tiempo optamos por una de las rutas clásicas de las alturas de esta sierra, la de los “Dosmiles” meridionales que en estos días suele adquirir carácter, como nos gusta decir a los montañeros. Con una fría e inclemente lluvia salimos de Almería en dirección a Dalías. Por la autovía el agua cae con fuerza, y a nuestra derecha la sierra se mantiene oculta tras un denso manto nuboso. Una vez en Celín, continuamos en coche por la pista forestal de la sierra. Tomamos el primer desvío a Fuente Alta, y dando más de un bote por lo maltrecho del camino, nos detenemos a la altura del Pecho de las Hacillas Largas, justo en un cruce con otra pista que viene por nuestra derecha. Nos toca dejar el cálido interior del coche y equiparnos para la marcha. El altímetro marca 1.525 metros y el viento viene que corta, aunque afortunadamente ha dejado de llover.
El grupo en Fuente Alta
Ya con las mochilas a los hombros y bien pertrechados para el frío, comenzamos a caminar en dirección al refugio de Fuente Alta. Seguimos la pista, que aquí hace un peculiar desdoblamiento en forma de “D” para superar un corto repecho. Nosotros dejamos de lado el empinado atajo y seguimos la cerrada curva a derechas, que los tendones están necesitados de un poco de calentamiento. Hasta Fuente Alta el trazado del camino coincide prácticamente con el del Cordel de la Balsa del Sabinar. Poco a poco, a medida que ganamos altura, el paisaje se va tiñendo de blanco. A partir de Fuente Alta abandonamos el Cordel de la Balsa Sabinar, que continúa su recorrido a nuestra izquierda. Una breve parada para hidratarnos un poco y reajustar la ropa de abrigo y reanudamos la marcha por la pista en dirección al Morrón de San José.
Vilma vuela sobre los caminos helados de Sierra de Gádor
Caminamos envueltos en una densa niebla y azotados por un fuerte viento de los que curten la cara, duras condiciones que no parecen afectar lo más mínimo a Vilma, nuestra compañera canina, que con sus incansables carreras arriba y abajo nos está dejando claro lo bien que se lo está pasando. Nosotros, sufridos bípedos, bajo numerosas capas protectoras, cual cebollas errantes, también disfrutamos a nuestra manera de estos increíbles parajes que la ventisca transforma en páramos árticos.
Un pequeño descanso
Dejamos un cruce a nuestra derecha, por el que luego volveremos, y poco antes de alcanzar el collado de la Majada de San José, junto a un pozo de mina, abandonamos el camino por el que venimos y monte a través, entre piornos helados, superamos los últimos metros del Morrón de San José (2.055 metros). Desde allí avanzamos en dirección noreste hacia el Morro de los Rubios (2.086 metros) que no alcanzamos, ya que antes nos encontramos con un camino forestal que viene desde la vertiente norte y que nosotros seguimos en dirección este-sureste hasta la cumbre del Nuevo Mundo, que con sus 2.113 metros constituye la mayor cota del día.
Camino del Morrón de San José (2.055 m)
Recorriendo el parámo helado
Entre la niebla surgen las blanqueadas siluetas de los sufridos pinos, desafiantes ante la ventisca, y ya en la cumbre, fantasmagóricas, las grandes antenas que degradan la belleza de este entorno tan agreste. Llegamos hasta la Casa Forestal de Sierra de Gádor y la gran torre de Telefónica, donde tras una rápida foto, nos damos la vuelta y emprendemos el retorno.
En la cumbre de Nuevo Mundo (2.113 m)
Un poco más adelante, junto a la caseta de un viejo transformador, tomamos el sendero que sale a nuestra izquierda y que rápidamente nos lleva a un caminito que, faldeando por la vertiente sur del Morrón de San José, nos devuelve a la pista de Fuente Alta por el cruce que dejamos atrás durante nuestra subida. Ya sólo nos queda desandar el recorrido seguido unas horas antes, aunque ahora limpio de nieve y enseñándonos a modo de guiño entre los oscuros nubarrones un pequeño trozo del azul Mediterráneo.
Un bonito rincón en el camino
Y, a la vuelta, el mar aparece al fondo como un guiño entre las nubes
Nota: El recorrido aquí descrito coincide en su mayor parte con el sendero de Pequeño Recorrido PR A-144 “Los Dosmiles Meridionales de Sierra de Gádor”. Este sendero tiene su inicio en el Refugio de Fuente Alta y continúa por el recorrido de la pista que nosotros seguimos hasta las cercanías de la Majada de San José. Por esta zona, nosotros abandonamos el sendero para coronar el Morrón de San José. Si se quiere seguir por el PR no hay que abandonar la pista que, una vez superado el collado de la Majada de San José, rodea el Morrón de San José por su vertiente norte. Nosotros volvimos a tomar el sendero en las cercanías del Morro de los Rubios y ya no lo abandonamos hasta Fuente Alta.
El croquis del recorrido
Grupo de avezados montañistas: Davidillo, Dieguillo, Belén, Vilma y José Salazar

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lunes, 5 de diciembre de 2011

PARECE INCREIBLE: EL PARQUE DE CABO DE GATA AMENAZADO DE NUEVO POR EL LADRILLO

 Parece increíble. En plena crisis, que en nuestra provincia se ha visto tremendamente agravada por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, los feroces especuladores atacan de nuevo a una de las escasas joyas que quedan en la costa mediterránea española: El Parque Natural de Cabo de Gata-Nijar. Así, ni corto, ni perezoso, el Ayuntamiento de Nijar ha aprobado la reclasificación de casi 300 hectáreas en los límites del Parque, con el objeto de favorecer la construcción de casi 1500 viviendas, 2500 plazas hoteleras y un campo de golf de 27 hoyos. Parece olvidar que proyectos similares como El Toyo, también en las mismas puertas del Parque Natural, se están comiendo literalmente los mocos la mayor parte del año. Pero aún así, nos la intentarán dar con queso y nos venderán este faraónico proyecto como fundamental para la creación de empleo y riqueza en la zona. Por supuesto olvidarán los daños que provocará en el medio ambiente, como la destrucción del paisaje, la sobreexplotación de los recursos hídricos, la aún mayor masificación de las playas y que forman un largo etcétera, así como su devastador efecto sobre la economía real del Parque. Porque las pequeñas empresas turísticas apenas podrán competir con las grandes cadenas hoteleras, sin olvidar la pérdida del turismo de calidad que huirá despavorido ante la creación de este nuevo Algarrobico. Cercando el Parque Natural con mega urbanizaciones, destruyendo su paisaje y sus grandes recursos ecoturísticos estamos repitiendo fracasados modelos de turismo de masas. En resumen, a medio plazo nos daremos cuenta de que hemos matado a la gallina de los huevos de oro.
Paremos este proyecto. Echa una firmita en esta iniciativa promovida a través de la Plataforma Actuable:
http://actuable.es/peticiones/el-parque-natural-cabo-gata-amenazado-el-ladrillo


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miércoles, 23 de noviembre de 2011

CON LA IGLESIA HEMOS TOPADO O COMO NO DEJARON A BONATTI DESPEDIRSE DE SU GRAN AMOR

"La montaña no es como los hombres.
La montaña es sincera". 
Walter Bonatti
Con la iglesia hemos topado. Cuantas veces hemos escuchado o repetido esta popular frase. Pero cuando uno lee noticias como la que sigue, no puede hacer otra cosa que sobrecogerse ante la maldad que rezuman. A mediados del pasado mes de septiembre nos llegaba la triste noticia de la muerte de Walter Bonatti, sin duda uno de los más grandes alpinistas de todos los tiempos. Hasta ahí, nada más que la normal sorpresa por no saber que andaba enfermo, y, como no, la tristeza que siempre acompaña a la desaparición de alguién al que tanto has admirado. Sin embargo, mi sorpresa es mayúscula cuando me encuentro con un artículo publicado por Sebastián Álvaro en Desnivel.com y que añado al final de estas palabras. En este artículo, Sebastián Álvaro nos relata la bella historia de amor entre Bonatti y Rossana Podestà, su pareja en los últimos treinta años, y las cruentas circunstancias de su muerte en una clínica privada católica. Con una crueldad díficil de entender para culaquier hombre bueno, los responsables de esta clínica no dejaron a Bonatti afrontar la muerte en compañía de su gran amor. En las propias palabras de Rossana  “al no estar esposados me han prohibido asistirlo en sus últimos momentos. Me he decidido a hablar porque no quiero que vuelva a ocurrirle a ningún otro. Walter ha muerto solo, llamándome inútilmente”. Ensañamiento inútil, porque la dignidad de los hombres libres está por encima de la mezquina "hipocresia de los hombres civilizados". Hasta siempre, Walter. Admiramos tanto tus grandes escaladas en solitario, como detestamos la manera en la que te han dejado morir.

En este enlace tenéis el artículo de Sebastián Álvaro:
http://desnivel.com/alpinismo/bonatti-y-rossana-un-amor-de-pelicula
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lunes, 14 de noviembre de 2011

CARLOS SORIA, GRAN ALPINISTA, MEJOR PERSONA (ALMERIA, 12/NOVIEMBRE/2011)


Este pasado sábado hemos tenido la suerte de disfrutar de la presencia de Carlos Soria. Vivencias en la alta montaña a partir de los 70, sinceridad, autenticidad por encima de tanto heróe o heroína de cartón piedra. Hacer siempre lo que a uno le guusta, sin complejos y sin vender la moto a nadie. Un gran ejemplo para los que ya vamos siendo "talluditos": Cuidándose un mínimo y, sobre todo, sin perder la pasión por la montaña, nos quedan muchos, muchos años de disfrute por esos cerros y riscos que tanto nos gustan. Y, como no, felicitar a los compañeros del Club Almeriense de Montañismo (CAM) por el excelente curro realizado para sacar adelante estas Jornadas de Divulgación del Montañismo a pecho descubierto, sin la ayuda de ninguna administración. Chapeau. Como me escribió una vez en una dedicatoria Ramón Portilla, otro grande en esto de subir montañas, que nunca falte una montaña en vuestros sueños.
Por último, dejo este artículo del "País" que parece casí sacado a posta para la ocasión.
http://www.elpais.com/articulo/deportes/cumbre/72/anos/elpepidep/20111114elpepidep_14/Tes
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miércoles, 2 de noviembre de 2011

CALAR DE LA RAPA (2.242 M) POR EL RIO GOR (8/OCTUBRE/2011)

A veces olvidamos las montañas cercanas, incluso las menospreciamos por tratarse de escasos “dosmiles”. Y con ello lo que hacemos es dejar de lado soberbias rutas montañeras. Supongo que serán los tiempos que corren, en los que suele importar más sacarse “la foto” en una cumbre de renombre que disfrutar de la belleza de una ascensión a veces anónima. Como nos gusta nadar contracorriente, este sábado de principios de octubre decidimos acercarnos a Sierra de Baza para repetir, o más bien finalizar, una ruta en la que disfrutamos de lo lindo este pasado invierno: La ascensión al Calar de la Rapa (2.242 m) por el río Gor. Aunque esta vez con bastante mejor tiempo.
Omar llegando a la cumbre del Calar de la Rapa
Desde Charches tomamos una pista forestal en dirección a la pequeña pedanía de Las Juntas. Poco antes de esta población, cruzamos el río Gor y tomamos un camino a nuestra derecha que remonta el río y que acaba en unas explotaciones ganaderas (Cortijos de Malarte en la cartografía). En un anchurón en la entrada de una de estas fincas dejamos el coche. Toca colocarse las botas, echarse los “morrales” al hombro y comenzar la “pateada”. El altímetro marca 1.540 m.
Descendiendo por un terreno bastante inestable por las erosivas pezuñas de tanto pequeño rumiante, alcanzamos el río. El día, con un azul espléndido en el cielo, me trae a la memoria la jornada gris y fría que encontramos el pasado mes de marzo. La remontada del cauce del Gor, con apenas un hilo de agua como caudal, nos resulta mucho más sencilla que hace unos meses. Aún así, en numerosos tramos, más que un sendero lo que seguimos son las trazadas un tanto anárquicas de los rebaños. Las choperas, teñidas levemente de amarillo, y un agradable frescor matutino nos recuerdan que estamos ya, aunque no lo parezca, en un incipiente otoño.
Las choperas levemente teñidas de amarillo anuncian la entrada del otoño en el río Gor

En apenas una hora de animada caminata alcanzamos las ruinas del Molino de los Pulidos en la confluencia de dos barrancos (el Barranco de San Sebastián y un segundo cuyo nombre no aparece reflejado en la cartografía) con el río Gor. Por un camino casi perdido entre ambas barranqueras dejamos atrás las ruinas y el cauce del Gor, ganando altura por su vertiente orográfica izquierda hasta alcanzar una pista forestal, justo junto a un puente que cruza el torrente tributario del Gor de nombre desconocido.
Dejando atrás el cauce del Gor. Al fondo asoma el Calar de las Torcas
Cruzamos este camino y tomamos una inclinada pista forestal a nuestra derecha, conectando con el camino forestal que va hacia el Puerto de los Tejos. Enseguida abandonamos este camino y, ascendiendo por un denso pinar, nos encaminamos hacia las escarpadas laderas norte del Calar de San Sebastián. Unos solitarios arces (Acer granatensis) marcan la línea fronteriza entre el bosque de repoblación y el reino de la roca.
Una pista forestal entre pinos nos encamina a las laderas norte del Calar de la San Sebastián
Nos espera una empinada e inestable pedrera por la que penosamente, pero con rapidez, alcanzamos el cordal cimero del Calar de San Sebastián desde donde disfrutamos de los gigantes de Sierra Nevada en la lejanía. Hoy el tiempo es inmejorable, lejos de la fuerte ventisca que nos castigó en nuestra anterior visita, y los viejos pinos bandera y las sabinas rastreras (Juniperus sabina L.) que tapizan el suelo parecen agradecerlo con un guiño cómplice a los últimos calores de este largo verano antes de la llegada del invierno con su glacial abrazo.
Avanzamos por una pedrera camino de la cuerda cimera del Calar de San Sebastián
Cerca del cordal nos extasiamos con los "gigantes" de Sierra Nevada asomando en el horizonte
Pinos "bandera" (Pinus nigra) y sabinas rastreras (Juniperus sabina), los dueños de estas cumbres
Ahora el terreno es cómodo y avanzamos con rapidez hacia la cumbre de este “dosmil”. Muy al norte asoma una vieja conocida, La Sagra, con su perfil inconfundible, mientras que al este la vista se pierde en Los Filabres, con las cúpulas del Calar Alto y la Tetica de Bacares asomando en la lejanía. Aprovechamos para hacer una corta parada en esta cumbre de 2.164 m. y reponer fuerzas con el “papeo” que venimos arrastrando a nuestras espaldas.
Panorámica de Los Filabres desde el Calar de San Sebastián
Y al otro lado los magníficos pinares oromediterráneos (¡¡¡Qué palabro!!!) de Sierra de Baza
Después de esta corta parada continuamos por la cuerda en dirección Sur. Perdemos algo de altura para alcanzar un collado (2.108 m.) que nos separa de una cumbre intermedia (sin nombre en la cartografía; 2.225 m.) entre el Calar de la Rapa (2.239 m.), nuestro objetivo, a nuestra derecha (Oeste), y la Rapa (2.228 m.), a nuestra izquierda o Sureste, inconfundible por el vértice geodésico que la corona. Desde este collado ascendemos a esta cumbre o antecima anónima y continuamos comodamente sin dejar la línea de cumbres, por un terreno descarnado, apenas cubierto por algunas sabinas rastreras y piornos, con una uniformidad unicamente rota por pequeñas dolinas, hasta el Calar de la Rapa, una inmensa superficie amesetada y cuyo punto de máxima altura está marcado por un modesto hito de piedras. Estamos en la segunda altura de esta sierra, una increíble atalaya desde la que nos sentimos como en una isla rodeados por un mar de tierra, cuyas olas se hubieran petrificado en forma de escarpadas laderas y cerrados valles.
Omar el la cumbre intermedia entre La Rapa (al fondo en la foto) y el Calar de la Rapa, nuestro objetivo
Los "artistillas" en la cumbre del Calar de la Rapa (2.242 m), segunda altura de Sierra de Baza
Para la bajada elegimos una línea directa que por su vertiente Oeste nos sitúa en la conocida pista forestal del Puerto de los Tejos a la altura del Cortijo de Los Payos. Dejamos la pista principal y por un estropeado camino sobrepasamos Los Payos (caserón y corral de ganado). Se trata de una vía de servicio, probablemente de algún antiguo trabajo forestal, que bordea la ladera Oeste del Cerro de los Frailes donde mismo termina. Dado que el camino no tiene continuidad, no queda otra que lanzarse ladera abajo hacia el Barranco de los Murciélagos, en dirección a un pequeño dique de contención que vemos en su cauce. El terreno es empinado e inestable, pero nos permite un rápido descenso hasta el lecho del barranco. Desde la presa una senda nos conecta con el río Gor y solamente nos queda desandar un corto trecho hasta los Cortijos de Malarte, donde dejamos esta mañana el coche.
Iniciando el descenso con el Calar de las Torcas y el Picón de Gor como telón de fondo
El relajante verdor con que nos saluda de nuevo el río Gor en las cercanías de los Cortijo de Malarte
Ahora, cuando estoy terminando de escribir estas letras, me vienen a la cabeza unas palabras que me comentó hace un tiempo el amigo Kiko, gran conocedor, por cierto de estas sierras. Citando a algún sabio me dijo que “el camino de la montaña, como el de la vida, no se recorre con las piernas, sino con el corazón”. Y así es, porque mientras quede pasión, sabremos disfrutar del placer de vagar por los montes, sean grandes alturas o pequeños cerrillos casi desconocidos.
Croquis del recorrido que seguimos
Grupo de avezados montañistas: José Omar “El Niño” y José Salazar

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jueves, 27 de octubre de 2011

XII JORNADAS DE DIVULGACION DEL MONTAÑISMO DEL CLUB ALMERIENSE DE MONTAÑISMO

Magnífico cartel en estos tiempos duros, pero mejor aún, el encomiable esfuerzo económico de algunos socios del CAM por sacar las Jornadas adelante cuando todas las administraciones han echado el culo "pá fuera".
PROGRAMA:
Como la imagen no da la calidad suficiente (especialmente para los que empezamos a sufrir eso que llaman "vista cansada") aquí os lo resumo:
*Viernes 11/Noviembre: SEREIM (Sección de Rescate en Montaña de la Guardia Civil "Sereim: Cometidos y Funciones" LUGAR: Salón de Actos de la Diputación. Entrada Libre. HORA: 20:30
*Sábado 12/Noviembre "Escala con Nosotros" Salida de escalada para todos. LUGAR Y HORA: Sede del CAM (C/ Restoy, 97-Almería) 9:00 h. INSCRIPCIONES: Jueves y Viernes desde las 21:00 h. en la misma sede. PRECIO: 7 € (Incluye Seguro)
*Sábado 12/Noviembre: Carlos Soria "Escalada a los 70" LUGAR: Salón de Actos del Museo Arqueológico. Con invitación. HORA: 19:30
Las invitaciones para la proyección de Carlos Soria se pueden retirar en la Sede del Club Almeriense de Montañismo o en las tiendas colaboradoras.

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jueves, 6 de octubre de 2011

VIEJAS BOTAS

"Todo lo que pido es el cielo sobre mi cabeza y el camino bajo mis pies", recordando estas palabras del escritor escocés Robert Louis Stevenson despido a mis viejas botas ¡¡Hasta siempre compañeras en tantos días de monte!!

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miércoles, 5 de octubre de 2011

APERTURA DE LA VIA “BUBA” (TAJO DE LOS PRESOS-AGUADULCE) (21-26/MAY0/2011)

Un sábado de mayo nos acercamos Emilio Ibáñez “Toskajara” y el que escribe hasta el Tajo de los Presos (Aguadulce) a comenzar un proyecto del que ya veníamos hablando desde bastante tiempo atrás: la apertura de una vía dedicada a la gran Buba, insustituible compañera canina. Como siempre, por estos terrenos me dejo guiar por la sabiduría de Emilio que elige una línea directa hasta arriba de la pared en el extremo derecho del Sector “Conde de Montecristo”.
Foto y croquis: Emilio Ibañez "Toskajara"
La escalada comienza por un primer resalte sencillo que finaliza en un corto y abierto diedro fisurado que nos sitúa en la primera repisa (IV+). Aquí Emilio monta reunión y me espera.
Primer resalte (Foto: Paco "Amalica")

A continuación, aseguro a Emilo mientras se “curra” uno de los pasos claves de la vía: la entrada en el diedro. Se trata de un paso duro, que exige un buen posicionamiento de los pies, y que no se puede proteger hasta la entrada misma al diedro, donde mete un clavo de esos que saben a gloria.Otro clavo más y el diedro y, con él el primer largo, es superado (6a+). Se monta una segunda reunión y es mi turno, aunque tras varias duras intentonas, acabo por darme vencido y dejarlo para otra ocasión. Emilio rapela y decide asegurar la entrada al diedro con un spit. Una vez colocado el mismo, rapelamos.
Emilio culminando el paso de entrada al diedro (Foto: Paco "Amalica")
Emilio abriendo el diedro (Foto: Paco "Amalica")
El diedro
Emilio terminando el 1er largo (Foto: Paco "Amalica")
No tardamos mucho en volver, y el siguiente jueves estamos de nuevo a pie de vía con la intención de completar el recorrido. Sin entretenernos comenzamos la escalada del largo abierto el pasado sábado. Esta vez, aunque no sin dificultades, logró superar el “pasito” de entrada al diedro. Y la verdad es que el esfuerzo se ve compensado por una escalada de primera. Me reúno con Emilio que sin pausas comienza la apertura del segundo largo. La vía discurre ahora por una zona de terreno tendido, con un par de resaltes verticales (IV+), entretenidos de escalar, en el que nunca hay que perder la atención, ni dejar de tratar con buen tiento y cariño las presas de las que nos vamos ayudando en la progresión. La segunda reunión la situamos en una cómoda repisa con espectaculares vistas sobre Aguadulce y el Mediterráneo. Es un buen lugar para relajarse antes de afrontar el último largo y, sin duda, el más impresionante de la vía.
Emilio oteando el 2º largo
Terminando el segundo resalte del 2º largo (Foto: Emilio Ibañez "Toskajara")
La escalada de este tercer largo comienza por un tramo de placa de roca oscura que se adivina difícil de proteger y que nos sitúa bajo un techo donde el amarillo de la caliza delata el desprendimiento pretérito de un gran bloque. Este techo es el punto crítico de la vía. Se supera por el diedro fisurado (realmente, un “fisurón” alucinante) que encontramos a su izquierda. Mantengo la respiración mientras aseguro a Emilio, que va progresando poco a poco, culminando las mayores dificultades con una atlética y aéra “bavaresa”, al tiempo que protege la fisura con un par de buenos “friends” (de los grandes, entran hasta del 3 1/2).
Iniciando el 3er largo
Emilio protegiendo la salida del techo
Iniciando el paso clave
Emilio en atlética y aérea bavaresa superando el diedro del 3er largo
Reunión a la salida y mi turno. Me toca apretar de lo lindo en la escalada del diedro, donde cuento con la inestimable ayuda de Emilio y los “friends”. Una vez arriba, jadeante no me queda otra que felicitar a mi “compa” pues se ha currado un estupendo largo (6b) con una salida auténticamente vertiginosa y que sirve de culminación para una, en mi opinión, buena vía. Como el sol empieza ya a apretar, rapelamos por una vía vecina dejando pendiente la colocación de los descuelgues.
Felicitación tras culminar el 3er largo ¡La "Buba" ya está abierta! (Foto: Emilio Ibañez "Toskajara")
Y, arriba con el hormigón de Aguadulce a nuestros píes, nos preparamos para el descenso
Dejamos pasar gran parte del verano hasta que un martes de septiembre nos volvemos a acercar a la “Buba” cargados con taladro y el material para los descuelgues. Tras una bonita trepada nos situamos encima de la tercera reunión de la “Buba” que en su día dejamos marcada con un hito de piedras. Ahí comienza el trabajo de “albañilería” colocándose descuelgues en las tres reuniones (reuniones con anilla). También decidimos colocar una chapa con anilla en la repisa tras el primer resalte por si se decide asegurar la entrada al diedro del primer largo. El resto de la vía queda desequipada, salvo el espit y los dos clavos del primer largo.
Con ello damos nuestro trabajo por terminado. Creo, reitero, que ha salido una muy buena vía para recordar para siempre a esa gran compañera canina que fue nuestra añorada Buba. Solamente queda que os animéis a probarla y nos contéis.
Trabajos de "albañilería": Emilio colocando la reunión del 3er largo
Resumen:
La vía “Buba” se sitúa en el extremo derecho del Sector “Conde de Montecristo” en el Tajo de los Presos (Aguadulce). Es una vía con una longitud de unos 50 metros dividida en tres largos. El primer largo comienza por un resalte (IV+) que da acceso a una repisa. Este primer tramo de escalada se puede obviar si se entra a la repisa por una fácil trepada a la derecha de la vía “Diedro Maribel”. Se continúa por un perfecto diedro con la parte más dura en la entrada (chapa con anilla en la repisa a la entrada del diedro, spit protegiendo la entrada y dos clavos en el diedro). 6a+. Reunión con anilla al comienzo del segundo largo: terreno más tendido con dos pequeños resaltes verticales (IV+). Sin equipar, salvo una nueva reunión con anilla al final del largo. El tercer largo es el clave de la vía, especialmente el fuerte y vertiginoso diedro fisurado de la salida (6b). También sin equipar, salvo descuelgue con anilla al final del mismo. Quien desee más info de esta y otras vías del Tajo de los Presos puede pinchar este enlace de la página de Emilio Ibáñez “Toskajara”:
http://www.toskajara.com/escalada.php?desde=&showid=0&on=96&into=15

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lunes, 19 de septiembre de 2011

UN AÑO SIN LABORDETA

"Somos como esos viejos árboles batidos por el viento que azota desde el mar
Hemos perdido compañeros, paisajes y esperanzas en duro batallar"
¡¡¡Cómo te echamos de menos, Agüelo!!!


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miércoles, 14 de septiembre de 2011

INICIATIVA POPULAR PARA SALVAR LOS REFUGIOS DE ELORRIETA Y EL CABALLO

Excelente iniciativa popular para salvar los refugios de Elorrieta (con todos sus fantasmas y mitología montañera incluida) y del Caballlo, casi un símbolo de la desidia en la conservación de nuestra Sierra Nevada. Sierra Nevada necesita esta plataforma para su defensa.
http://vimeo.com/28999490
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miércoles, 7 de septiembre de 2011

ASCENSIÓN AL CANCHAL DE LA CEJA (2.430 M) DESDE LA SEGUNDA PLATAFORMA DEL TRAVIESO (1.950 M) (23/JUNIO/2011)

El entorno:
El Macizo Occidental de Gredos, también conocido como Sierra de Bejar o Candelario, se levanta en el extremo sudeste de la provincia de Salamanca, justo en el vértice que forma con las vecinas provincias de Ávila y Cáceres. Observada desde Candelario, la sierra presenta un aspecto alomado, sin grandes accidentes que le confieran el fiero aspecto alpino de lugares tan conocidos como el Circo de Gredos en pleno corazón del Macizo Central. Sin embargo, una mirada más detallada nos permite descubrir en medio de esas lomas cicatrices como Hoya Mayor, Los Canalizos o Hoya Moros que delatan el moldeado glaciar y un carácter montaraz que nos ira sorprendiendo poco a poco a medida que nos adentremos en sus alturas. Entre sus cumbres se esconden tesoros, preciados por cualquier montañero, como Los Dos Hermanitos (2.326 m), El Torreón (2.401 m) que es además la mayor altura de la provincia de Cáceres, el Calvitero (2.405 m), y, como no, el que aquí nos ocupa, el Canchal de la Ceja, que con sus 2.430 metros de altitud constituye el techo de Salamanca.
La Cuerda del Calvitero profusamente decorada por los piornos serranos
Aprovechamos un viaje al bonito pueblo de Candelario para acercarnos a esta cumbre, el Canchal de la Ceja, de tan curioso nombre. Aunque, quizás debería decir lo contrario, porque ya son muchos años en los que el diseño de nuestros viajes siempre gira en torno a alguna bonita montaña. La cabra tira al monte, como me gusta decir. En cualquier caso, Candelario, con su peculiar entramado urbano de calles estrechas y empinadas flanqueadas por altas casonas de aleros volados, por las que baja rugiente el agua de la sierra por unas típicas canaletas que aquí llaman “regaderas”, merece una visita. Si a ello unimos la bien merecida fama de su chorizo y jamón, todo de ibérico, y un carácter netamente serrano, poco más hay que añadir.
El acceso:
Candelario (1.126 m) es una magnífica puerta de acceso a la sierra. Desde el mismo pueblo tomamos una estrecha carretera de montaña que asciende serpenteando suavemente en dirección al Hotel de Montaña “El Travieso”. Éste se sitúa a unos 6 kilómetros, en un primer ensanchamiento de la carretera (Primera Plataforma) que encontramos después de atravesar un tupido pinar. Continuamos otros 3 kilómetros aproximadamente hasta la Segunda Plataforma del Travieso (1.950 m), donde concluye la carretera y, por tanto, dejamos nuestro coche.
La ruta: 
 
Plano con la ruta que seguimos

Encontramos un día con un cielo despejado, azul profundo, y una suave brisa que refresca el ambiente y nos anima para la dura caminata que nos espera. Desde la Segunda Plataforma disfrutamos de una impresionante panorámica. A nuestros píes destacan las aguas azul marino del Pantano de la Fuentesanta y los pueblos de Candelario y Béjar, con la Sierra de Francia y, más al Norte, las amplias dehesas salmantinas como telón de fondo. Frente a nosotros, las pendientes de la vertiente noroccidental de la Cuerda del Calvitero por la que discurre nuestra ruta.
Camino de la Cuerda de El Calvitero. Candelario y Béjar a nuestros píes.
Dos hitos de piedra casi a la entrada de la plataforma nos indican el inicio de nuestro sendero. En el primer tramo atravesamos una zona que, aunque está cubierta por un denso piornal, aún conserva las huellas de un antiguo incendio forestal, la gran peste de nuestros montes durante los veranos. Son varias las veredas que vamos encontrando, aunque procuramos tomar siempre las más marcadas que, además, suelen ser las que sortean más sabiamente las mayores pendientes. Pronto llegamos a la Fuente del Travieso, donde aprovechando el mullido colchón de hierba y el sugerente y fresco fluir del agua, hacemos una primera parada. Conviene hidratarse y reponer agua en la cantimplora, puesto que el “Lorenzo” no nos va a dar mucho amparo. Además, es una buena ocasión para estirar unos músculos algo doloridos, que a los tendones les gustan poco los “cuestarrones” a primera hora de la mañana.
Detenerse y extasiarse con amplio el horizonte que va quedando a nuestra espalda
Enseguida continuamos nuestra marcha constante hacia las alturas. La ruta (o, mejor dicho, las rutas, dadas las mencionadas variantes) está muy bien balizada con hitos de piedra, no presentándonos problemas de orientación a pesar de nuestro desconocimiento del terreno. Poco a poco, los piornos empiezan a estar decorados con su llamativa floración. Son los característicos piornos serranos (Cytisus purgans) que cubren totalmente la ladera, salvo las estrechas sendas por las que caminamos. Casi sin darnos cuenta, nos vemos rodeados en el explosivo amarillo de los piornos en flor, al tiempo que su intenso aroma dulzón acaba embriagándonos.
Rodeados de fragantes piornos en flor. Al fondo, destacan las aguas azules del Pantano de la Fuentesanta
Cerca ya del cordal, encontramos la Fuente de la Goterita. Aprovechamos el fino hilo de agua, que parece querer hacer honor a su nombre, para rellenar la cantimplora mientras disfrutamos del amplio horizonte que va quedando a nuestras espaldas. Curiosas nubes se dibujan en el cielo azul, contrastando con las pendientes teñidas de dorado de la Cuerda del Calvitero.
Rellenando la cantimplora en la Fuente de la Goterita
Bonitas florecillas serranas nos alegran el camino
Acercándonos a la Cuerda de El Calvitero
Con un poco más de esfuerzo alcanzamos la línea cimera. El terreno aparece ahora casi desnudo de vegetación delatando los gélidos vientos que deben arreciar por estos contornos. El paisaje se abre frente a nosotros, dando vista al Macizo Central de Gredos que a pesar de la distancia luce su imponente porte alpino, mientras que a nuestra derecha, casi al alcance de la mano, queda El Calvitero (2.405 m), la cumbre que da nombre a este cordal.
Ya en el cordal. El Calvitero queda a nuestra derecha
Un poco por debajo de la misma, en la misma vertiente por la que venimos ascendiendo, vemos unos extraños postes alineados en sentido ascendente, dando en una primera impresión ser restos de un antiguo vallado. Sin embargo, una observación más detenida, junto a su altura acaban por hacernos comprender que en realidad se trata de los ruinosos vestigios de un antiguo remonte de esquí, quizás el precedente histórico de la vecina Estación de Esquí de la Covatilla. Afortunadamente, aquí parece que la naturaleza ha ganado la batalla y anda recuperando lo que es suyo.
A pesar de la cercanía, decidimos dejar El Calvitero para más tarde y lo sorteamos por su vertiente Sur dando por primera vez vista a nuestro destino. Observada desde donde estamos, la cara norte de la Cuerda de la Ceja, un inclinado pedregal (o canchal) cerrado por sólidos contrafuertes graníticos, parece querer asemejar la homónima y peluda línea arqueada que tenemos sobre nuestros ojos.
La Norte del Canchal de la Ceja
Nos sorprende el gran ventisquero que aún cubre gran parte de esta vertiente de la Ceja. Un breve descenso, de nuevo envueltos en el amarillo piornal, nos sitúa en la Portilla de la Ceja, desde donde disfrutamos del bonito circo en el que asoman las Lagunas del Trampal. Al sudoeste divisamos los Dos Hermanitos y El Torreón.
Ya nos queda poquito...
El Torreón (izquierda) y Los Dos Hermanitos (derecha) desde la cumbre del Canchal de la Ceja
Las Lagunas del Trampal
Desde la Portilla nos queda una corta subida y pronto alcanzamos la amplia cumbre del Canchal de la Ceja. Un escueto buzón de cumbre en forma de cohete marca el punto de mayor altura, 2.425 m., el techo la provincia de Salamanca y del Macizo Occidental de Gredos, y es allí mismo donde nos instalamos para, tranquilamente, recuperar fuerzas con la merienda que venimos porteando desde Candelario.
Foto de cumbre

Iniciando la vuelta. Al fondo asoma El calvitero
La vuelta la hacemos por el mismo camino, salvo un pequeño desvío para una rápida visita a la modesta, pero también altiva cumbre de El Calvitero.
Cumbre de El Calvitero con la Norte de la Ceja ya en la lejanía
La anécdota:
Mientras disfrutamos de nuestras ricas viandas en soledad sobre el Canchal de la Ceja, vemos aparecer por la Cuerda de la Ceja a un solitario montañero que avanza hacia nosotros. Cuando nos alcanza, vemos que trae un “pajarón” considerable (el sol a esta hora caía de justicia), así que le damos algo de glucosa de la que siempre me gusta llevar a mano. Nos cuenta que iba con otros dos compañeros en busca de la Charca de Trochagosta, pero que se han enriscado y cada uno a tirado a su pelleja, en plan ejercito de Pancho Villa. Evidentemente, la situación es un tanto tensa, y aunque pronto aparece por la Portilla de la Ceja uno de sus compañeros, seguimos sin noticias de la tercera del grupo que, para colmo, es la más novata. Afortunadamente, cuando empezamos a ponernos nerviosos, suena el teléfono móvil y la tensión final se desvanece. Finalmente, los tres inician juntos su retorno hacia El Travieso. Esta anécdota me sirve para señalar los pequeños despistes que cometemos a veces en la montaña y que tan caros pueden salirnos.
La explosiva floración de los Cytisus purgans
Grupo de avezados montañistas: José Salazar y Bárbara Fiabane

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