Del almendro de nata te requiero,
Que tenemos que hablar de muchas cosas,
Compañero del alma, compañero
Elegía a Ramón Sijé -Miguel Hernández
Hace ya unos días nos dejaba Francisco Delgado,
nuestro Paco “El Matauras”. Yo a Paco lo conocí muy poco, pero aún así guardo
un grato recuerdo de su sencillez y, sobre todo, de esa calidez que sólo
transmiten los que son, en el buen sentido de la palabra como diría el poeta,
buenos. Además, Paco, junto a sus compañeros del alma, Tamayo, Freniche, su
tocayo “El Barbas”, y perdón por los que en mi ignorancia deje de lado, fue uno
de los pioneros de la escalada en Almería, eso que el legendario Terray definía
como un “conquistador de lo inútil”, algo ya de por sí meritorio en una ciudad
y unos tiempos que eran tan reticentes a lo nuevo. Todos los que vinimos
detrás, entre los que modestamente me incluyo, no seriamos seguramente los mismos
sin la desenfrenada actividad de estos visionarios de la roca.
Pedro Tamayo y Paco Delgado durante la apertura de la Pepa. Foto: Francisco Hernández Ronda |
¿Qué escalador almeriense no ha dado sus
primeros pasos en la ya veterana “Panza Negra”? Menos frecuentadas, pero
también con la firma inconfundible de la rompedora cordada que formaron Pedro
Tamayo y Paco Delgado, encontramos otras de las primeras vías del Barranco de
Tartala, como “Los Hospicianos” o los “Diedros de la Alberti”, la “Papillon”,
otro maravilloso diedro, esta vez en el Tajo de los Presos de Aguadulce o, por
citar otra que me viene a la cabeza, la soberbia “Arista del Colmillo” en la
Piedra del Mediodía de la Solana del Maimón (Vélez Blanco). No es mi intención
hacer aquí un listado de las vías de Paco para eso está la roca por la que se
paseó y que aún guarda como viejos tesoros los tacos de madera y los clavos
artesanos que metieron y que hoy, en la época de los parabolts, nos dejan
boquiabiertos, por no decir sencillamente acojonados.
Pero no me puedo resistir a citar una última,
la obra maestra que tiene todo artista, nada más y nada menos que la mítica
“Pepa”, acrónimo de Pedro y Paco, y no el nombre de ninguna bella ninfa como
muchos imaginan. Con la “Pepa” se superaba por primera vezla Pared de la Piedra
Lisa en el Barranco del Fuerte o del Infierno. Era un ya lejano 1975, tiempos
de bota “gorda” y estribos, para 175 metros de dura escalada, con dificultades
de hasta 6c+. Solamente he tenido la suerte de escalar la “Pepa” en una
ocasión, ahora una vía completamente equipada, pero me bastó para comprender la
envergadura de sus aperturistas, auténticos virtuosos de lo vertical.
Acabo de escalar junto
a Emilio Ibañez, su aperturista, la vía “Que si Pacá... Que si Payá...”, un sentido
homenaje a Paco. Situada en el Sector Viaducto del Barranco de La Garrofa, una
de las escuelas más recientes de Almería, sus 40 metros requieren una escalada delicada,
de elegantes movimientos y trato afable a la roca, aunque de grado asequible,
como seguro que a Paco le gustaría. Habrá más vías dedicadas al “Matauras”, seguramente
alguna de la mano de su compañero Tamayo. Su historia, su persona se lo
merecen. Es nuestra forma de decir que no lo olvidamos.
Emilio en la vía "Que si pacá..Que si Payá..." |
Va por ti, Matauras |
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