martes, 10 de marzo de 2015

QUE SI PACÁ...QUE SI PAYÁ...

 A las aladas alas de las rosas
Del almendro de nata te requiero,
Que tenemos que hablar de muchas cosas,
Compañero del alma, compañero
Elegía a Ramón Sijé -Miguel Hernández


Hace ya unos días nos dejaba Francisco Delgado, nuestro Paco “El Matauras”. Yo a Paco lo conocí muy poco, pero aún así guardo un grato recuerdo de su sencillez y, sobre todo, de esa calidez que sólo transmiten los que son, en el buen sentido de la palabra como diría el poeta, buenos. Además, Paco, junto a sus compañeros del alma, Tamayo, Freniche, su tocayo “El Barbas”, y perdón por los que en mi ignorancia deje de lado, fue uno de los pioneros de la escalada en Almería, eso que el legendario Terray definía como un “conquistador de lo inútil”, algo ya de por sí meritorio en una ciudad y unos tiempos que eran tan reticentes a lo nuevo. Todos los que vinimos detrás, entre los que modestamente me incluyo, no seriamos seguramente los mismos sin la desenfrenada actividad de estos visionarios de la roca.
Pedro Tamayo y Paco Delgado durante la apertura de la Pepa. Foto: Francisco Hernández Ronda

¿Qué escalador almeriense no ha dado sus primeros pasos en la ya veterana “Panza Negra”? Menos frecuentadas, pero también con la firma inconfundible de la rompedora cordada que formaron Pedro Tamayo y Paco Delgado, encontramos otras de las primeras vías del Barranco de Tartala, como “Los Hospicianos” o los “Diedros de la Alberti”, la “Papillon”, otro maravilloso diedro, esta vez en el Tajo de los Presos de Aguadulce o, por citar otra que me viene a la cabeza, la soberbia “Arista del Colmillo” en la Piedra del Mediodía de la Solana del Maimón (Vélez Blanco). No es mi intención hacer aquí un listado de las vías de Paco para eso está la roca por la que se paseó y que aún guarda como viejos tesoros los tacos de madera y los clavos artesanos que metieron y que hoy, en la época de los parabolts, nos dejan boquiabiertos, por no decir sencillamente acojonados.
Pero no me puedo resistir a citar una última, la obra maestra que tiene todo artista, nada más y nada menos que la mítica “Pepa”, acrónimo de Pedro y Paco, y no el nombre de ninguna bella ninfa como muchos imaginan. Con la “Pepa” se superaba por primera vezla Pared de la Piedra Lisa en el Barranco del Fuerte o del Infierno. Era un ya lejano 1975, tiempos de bota “gorda” y estribos, para 175 metros de dura escalada, con dificultades de hasta 6c+. Solamente he tenido la suerte de escalar la “Pepa” en una ocasión, ahora una vía completamente equipada, pero me bastó para comprender la envergadura de sus aperturistas, auténticos virtuosos de lo vertical.
Emilio en la vía "Que si pacá..Que si Payá..."
Acabo de escalar junto a Emilio Ibañez, su aperturista, la vía “Que si Pacá... Que si Payá...”, un sentido homenaje a Paco. Situada en el Sector Viaducto del Barranco de La Garrofa, una de las escuelas más recientes de Almería, sus 40 metros requieren una escalada delicada, de elegantes movimientos y trato afable a la roca, aunque de grado asequible, como seguro que a Paco le gustaría. Habrá más vías dedicadas al “Matauras”, seguramente alguna de la mano de su compañero Tamayo. Su historia, su persona se lo merecen. Es nuestra forma de decir que no lo olvidamos.
Va por ti, Matauras

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